El paso de los gobernadores por el Coloquio de Idea concitó la atención a lo largo de las deliberaciones, más allá que los comentarios de pasillo eran el paso del ex presidente Mauricio Macri por Mar del Plata y la renuncia del Secretario de Energía de la Nación. Los cuatro mandatarios provinciales (Rogelio Frigerio de Entre Ríos, Gustavo Valdés de Corrientes, Ignacio Torres de Chubut y Raúl Jalil de Catamarca) plantearon la necesidad de avanzar con cambios en materia de coparticipación y de reparto federal de los fondos. Si bien cuidaron la formalidad, tomaron distancia del perfil de gestión del presidente Javier Milei.

La charla con los gobernadores fue al mediodía en el amplio salón auditorio del Hotel Sheraton mientras se conocía la noticia del alejamiento de Eduardo Rodríguez Chirillo y su reemplazo por María Tettamanti –vinculada a Macri– al frente de Energía. En ese momento también ex presidente llegaba a la ciudad para reunirse con empresarios en un restaurante a puertas cerradas.

Además de la política, el tema que mayor atención concitó fue el impositivo y la necesidad una reforma. “Hay que bajar y simplificar la cultura tributaria. Siempre hacemos lo mismo cuando tenemos una crisis: crear un impuesto nuevo que primero es transitorio y después es permanente. Esos tributos, que deberían ser coparticipables, son asignaciones específicas hicieron que la masa coparticipable sea más chica y las provincias nos hicimos cargo de la salud y la educación”, planteó Torres.

El chubutense contó que de cada 100 pesos que se paga a Nación sólo vuelven 40 y reclamo un sinceramiento en materia tributaria. “La voracidad recaudatoria es ese dineroducto hacia la zona central del país que financian las provincias productivas con el petróleo, gas, campo. Estamos de acuerdo con que hay que bajar la inflación pero debatamos si queremos ser un país federal y productivo”.

 

 

 

A su turno, Valdés señaló que “hay que apuntar al déficit cero pero es difícil cuando llegas con déficit social, hay que revertir e invertir lo máximo posible. Se necesita una estrategia de desarrollo y de industrialización. También una mesa de diálogo y no del insulto, insultar sabemos todos, necesitamos un espacio donde los gobernadores podamos reunirnos con aquellos que están encargados de la agencia del desarrollo”

En ese sentido, Frigerio habló de tener “orden” y “más participación de las provincia”. “Falta discusión y hay que darla, quizás cuando se discuta la nueva ley de coparticipación. Hay inconsistencias en el Presupuesto que es coparticipable pero resulta que no todo llega porque hay asignaciones específicas. Le aportamos a Nación con impuestos no coparticipables y resulta que no recibimos un peso para las cajas jubilatorias durante este año, otro ejemplo es el impuesto a los combustibles en el que el gobierno nacional decidió que se queda con ese impuesto. También hay asignación a Vialidad Nacional y no recibimos una respuesta para mejorar el estado de las rutas. Hay que corregir esas asimetrías” reflexionó.

 

El presidente debe trabajar con espíritu crítico porque lo peor es rodearse de alcahuetes que hacen un microclima que te aleja de la gente

 

A lo que su par patagónico le sumó que “si la gestión nacional se enfoca en la seguridad, las relaciones exteriores y la macroeconomía, está bien. Ahora no sigamos cobrando impuestos por cosas que no vamos a hacer. Nos equivocamos sin pensamos que la macro resuelve todo”.

Mientras tanto, Jalil, quien compartió los estudios universitarios con Milei en la Universidad de Belgrano, expresó que su diferencia con el Jefe de Estado son “el hombre y sus circunstancias”. Agregó que “hay cosas que se han hecho bien, pero es necesario repensar el 2025, hay que salir de la cultura de la polémica por una cultura del dialogo. Tenemos que ser un país normal”, expuso con sencillez.

Aunque con tono crítico, Torres se mostró “optimista” de cara al futuro siempre y cuando “la discusión sea con sinceridad”. “Ningún líder mesiánico mágicamente nos va a salvar y dejemos de mirar para atrás. No hagamos una de más”, afirmó. Consultado por el moderador si hablaba de Milei, respondió: “no creo en las fuerzas del cielo sin ayuda de la humanidad y de las personas y creo en las fuerzas del trabajo y de la gente. Ojalá éste presidente entienda que los mejores aliados son los gobernadores. Debe trabajar con espíritu crítico y lo peor es rodearse de alcahuetes que hacen un microclima que te aleja de la gente” concluyó generando el único momento de aplausos antes del cierre.

El broche final lo puso Frigerio con que “hay que elegir las batallas que hay que dar”. Eligió a “la educación, la falta de oportunidades y el federalismo productivo”. Y resaltó que “la gente no quiere volver más atrás, a la demagogia y el populismo, la gente entendió que no se puede vivir sin plata o con la planta mal gastada”.

Los gobernadores tuvieron más la requisitoria de los periodistas acreditados que de los empresarios en sí. La agenda política seguirá este viernes con la llegada del Presidente al mediodía y la de su ministro de Desregulación y Transformación del Estado. Ya se respira un clima de seguridad presidencial: hay retenes dos cuadras antes de llegar al Sheraton. Se prevén marchas de universitarios marplatenses en repudio a la llegada de Milei.