Pasadas las 19, a poco más de una hora del cierre de los comicios, el conteo oficial en la categoría Diputados, mostraba una clara diferencia en favor de la candidata de Unidos para cambiar Santa Fe, Clara García. El oficialista Omar Perotti quedaba en segundo término, con una diferencia algo superior a 3 mil votos, y se ubicaba en tercer término, Amalia Granata, referente de Unite por la libertad y la dignidad.
El control de la Legislatura es una disputa clave para el nuevo tablero político santafesino. En la elección de diputados provinciales y senadores departamentales se juega la gobernabilidad del futuro mandatario santafesino, que al menos en el comienzo, mostraba una clara tendencia en favor de la
Diputados: representación y gobernabilidad
En la elección de este domingo se renueva por completo la Cámara de diputados de Santa Fe, como ocurre cada cuatro años, coincidente con la elección de gobernador y vice. Es decir que se definirán las bancas para 50 diputados provinciales que tendrán cuatro años de mandato, entre 2023 y 2027. Según establece la Constitución provincial, 28 bancas corresponden al partido que obtiene mayor número de votos y 22 a los demás partidos, en proporción de los sufragios logrados.
En ese marco, la elección de los nuevos diputados provinciales también se perfiló como una de las contiendas clave por el poder en Santa Fe.
Un dato a tener en cuenta es que a partir de la entrada en vigencia de la boleta única, sólo durante los gobiernos de Antonio Bonfatti y de Omar Perotti, la mayoría en la Cámara baja no coincidió con el Ejecutivo.
A raíz de la implementación del sistema de votación de boleta única y del sistema de representación proporcional D’Hondt para el reparto de las bancas, vigente en Santa Fe, –que otorga 28 bancas del total de 50 a quien gana la elección de diputados provinciales–, en dos oportunidades, 2011 y 2019, el dominio dentro de la Cámara baja quedó en manos de la oposición.