Un perro callejero corrió hacia un río lleno de cocodrilos después de ser perseguido por una jauría. Una vez en el agua el animal fue rodeado por tres cocodrilos que contrario a lo que creyeron los espectadores, en lugar de comérselo, lo salvaron. Sucedió en la orilla del río en el estado de Maharashtra, en el oeste de la India.
En un sorprendente giro de los acontecimientos, dos de los tres cocodrilos que se encontraban en el lugar decidieron empujar con sus hocicos al joven callejero, que había saltado al río para escapar de un grupo de perros salvajes.
Expertos afirmaron que en lugar de devorar al perro callejero, los cocodrilos de los pantanos lo “guiaron” lejos de donde lo esperaba la jauría que ladraba sin parar: “Estos cocodrilos en realidad tocaban al perro con su hocico y lo empujaban para que avanzara más para ascender con seguridad a la orilla y finalmente escapar”, escribieron los científicos en un informe publicado en el Journal of Threatened Taxa según publicó el diario británico Daily Mail.
“Dado que el cocodrilo estaba dentro del alcance de ataque y podría haber devorado fácilmente al perro, pero ninguno de ellos atacó y en su lugar optó por empujarlo hacia la orilla, implica que el impulso del hambre estaba ausente”.
Los científicos aún no están seguros de por qué los cocodrilos de los pantanos, que pueden pesar hasta 500 kilos, no vieron la oportunidad de comerse al perro. En ese sentido remarcaron que los cocodrilos de los pantanos, conocidos como asaltantes, no siempre son agresivos y que en este caso su inteligencia emocional podría haber quedado a la vista.
La “empatía emocional”, que permite a una especie “experimentar sentimientos por otra”, no fue investigada en los atracadores, dijeron los científicos. “El curioso caso de un perro “rescatado” por el grupo de cocodrilos que la denunciaron parece más una cuestión de empatía que de comportamiento altruista”, agregaron.
Los cocodrilos de los pantanos se encuentran con mayor frecuencia en la India y los machos adultos pueden alcanzar hasta 6 metros de largo y pesar hasta 500 kilos.
Los investigadores también detallaron cómo hicieron el “curioso” descubrimiento de que los cocodrilos de los pantanos también adoran las caléndulas. Dijeron que a menudo se encontraba a los atracadores flotando y ladeándose entre las flores amarillas a lo largo del río Savitri.
Creían que esto podría deberse a las propiedades de la flor, que ayudaría a proteger a los cocodrilos de hongos y bacterias. “Este comportamiento es novedoso e intrigante”, dijeron los investigadores, aunque agregaron que el comportamiento necesitaba más investigación.