Murió Silvina Luna y el mundo del espectáculo se llenó de muestras de dolor. La modelo y actriz nacida en Rosario más de una vez contó detalles de su infancia repleta de “miedo y angustia”, sobre el difícil vínculo con su padre, que pudo sanar de adulta, y con su madre, que “se dejó morir”.
“La autoestima es algo que trabajé mucho”, dijo Silvina Luna a la hora de repasar una infancia dificil: “Era alegre y solitaria. Me faltó amor”, relató en esa entrevista con Infobae. Y agregaba: “Mis papás estaban muy inmersos en sus mambos. Eran como adolescentes aprendiendo a ser papás. Se peleaban mucho entre ellos. Creo que no me veían”.
“Tengo el recuerdo de estar en la cama con apenas 5 años y oler el camisón de mi mamá. Ella trabajaba y no estaba en casa. Uno necesita eso, no necesita mucho más”. Y sumó: “Nosotros vivíamos en un pasillo laargo y me acuerdo el día que la vi venir y me dijo ‘no voy a trabajar más’. Creo que fue el día más feliz de mi vida. Nos fuimos a un kiosco a comprar golosinas”.
“Mi papá era una persona a la que le costaba mucho mostrar afecto. No recuerdo besos y abrazos. La figura paterna es muy importante para la vida de cualquier niño y de grande van apareciendo esas marcas”.
“Mi papá era un laburante. Perdió a su mamá muy joven en sus brazos. Y después estuvo 30 años en lo que fue Gas del Estado, que posteriormente se privatizó. Trabajó ahí hasta sus 50 años, cuando falleció. Hubo meses que no nos hablábamos cuando vivíamos juntos”.
“Era muy celoso, no me dejaba que vinieran amigos a casa, menos si eran de Newell’s“, contó Silvina Luna, que era una reconocida hincha de Rosario Central.
Silvina contó que en su casa familiar había un clima hostil: “Recuerdo miedos y angustias. Con dos personas mayores que gritan, se pelean, donde había violencia física. Ellos tenían una relación muy tormentosa”
Silvina relató que a sus 17 años se fue enojada con su padre, pero más tarde pudo sanar ese vínculo: “Mi papá se volvió mucho más tierno, empezó a hablar de sus sentimientos y pudimos volver a conectar. Estoy agradecida de poder haberme reencontrado con él”.
Al revés ocurrió con su mamá: “Ella me acompañó mucho a hacer casting en Rosario. Al principio estábamos muy conectadas, pero al final peleábamos mucho”.
Y agregó: “Cuando salí de Gran Hermano ella me confesó que de chica quería ser vedette, nunca me lo había contado. Andá a saber todo lo que proyectó en mí. Creo que murió de tristeza después de que pasó lo de mi papá”.