El conde Drácula, el personaje ficticio de Bram Stoker se inspiró para muchos en un gobernador rumano del siglo XV llamado Vlad el Empalador. Ahora, 500 años después, el análisis científico de algunas de sus cartas escritas a mano sugiere que es posible que Vlad solo haya comido alimentos de origen vegetal. Los hallazgos fueron publicados en la revista especializada Analytical Chemistry.
Vlad, también conocido como Vlad Drácula, fue tres veces gobernante de Valaquia entre 1448 y su muerte alrededor de 1477. Más tarde fue la inspiración para el famoso conde de vampiros del autor irlandés Bram Stoker en su novela Drácula de 1897.
A lo largo de los siglos la historia nunca quedó en el olvido y ahora 500 años después de su muerte, los científicosextrajeron “biomoléculas históricas” de las misivas escritas por el infame señor de la guerra. El equipo extrajo sangre, sudor, huellas dactilares y saliva de una carta en mayo de este 2023, exactamente 125 años desde que se publicó Drácula de Stoker, según publicó el diario británico Daily Mail.
La carta está fechada el 4 de agosto de 1475 y fue escrita a los burgueses de Sibiu por un hombre que se describe a sí mismo en el texto como el “príncipe de las regiones transalpinas”.
En ella informó a los habitantes del pueblo que pronto viviría allí. En la parte inferior firmó su temido nombre: Vlad Drácula.
Expertos de la Universidad de Catania extrajeron de las cartas sangre, sudor y saliva. Descubrieron que había una ausencia de proteínas en los alimentos animales, un hallazgo inusual. “Las proteínas alimentarias [en las cartas] se encuentran sólo en alimentos vegetales”, dijo al Times el coautor Gleb Zilberstein.
En ese sentido acotó que “la decisión de utilizar plantas puede haber sido más una necesidad que un deseo. En el siglo XV, Europa tenía un clima muy frío… y había muy poca comida”.
“Según los bioarqueólogos, los aristócratas de toda Europa tenían una dieta muy escasa y a menudo no comían carne.”
El equipo también descubrió que las cartas contenían pistas que sugieren que el temido gobernante padecía hemolacria, una enfermedad que hace que quienes la padecen lloren lágrimas de sangre.
El profesor Vincenzo Cunsolo, que dirigió el estudio, dijo: “Probablemente padeció, al menos en los últimos años de su vida, una condición patológica llamada hemolacria, es decir, podía derramar lágrimas mezcladas con sangre”.