Yiya Murano se hizo conocida por sus crímenes. Invitaba a su casa a comer o tomar el té a personas cercanas que le debían dinero y las envenenaba. Ahora, su hijo Martín decidió subastar las tazas con un fin benéfico. 

“La totalidad de lo que se recaude irá al refugio de Mili González, de Mar del Plata, que alberga a 50 perritos y otros tantos gatitos. Es una persona muy humilde que mantiene a los animales que lo poco que tiene”, expresó Martín Murano en Radio 2. 

En diálogo con el programa El Contestador, habló de su relación con su madre: “Yo no crecí bajo la sombra de ella, somos dos personas distintas. Los seres humanos tenemos la capacidad de discernir lo que está bien y lo que está mal, al margen de que te hayas criado en el peor de los ambientes”.

Y agregó: “Yo no tuve relación con Yiya Muramo, ni cuando era chico. Para mí no es mi madre, es el vector que me trajo a la tierra. Soy una persona independiente”. 

Luego se refirió a sus múltiples facetas y quiénes lo ayudaron a salir adelante: “Mi carrera la hice con ayuda de mucha gente, por supuesto. Me ayudó Hugo Moser, Alejandro Romay y mucha más gente. Soy actor, fui doble de riesgo. Hasta hace poco fui gerente de Radio El Mundo. Soy instructor de tres artes marciales, lo cual no significa que sea una persona violenta. Más bien todo lo contrario”. 

Luego aseguró ser “el único miembro masculino de madres del dolor“, ayuda a llevar los casos a la televisión de madres que han perdido hijos por casos de violencia de género. 

Consultado por su actitud benéfica, indicó: “Lo mío no es ayuda desinteresada, en realidad es egoísta porque hago algo que me hace feliz“.