Héctor Darío Masía es el vicerrector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y uno de los actores con mayor experiencia en ese ámbito: lleva 40 años desde que ingresó como estudiante de Odontología. Fue cuatro veces electo como decano de su facultad, dos veces secretario general de la universidad y éste es su segundo mandato en el cargo que hoy ocupa. También marchó, al lado del rector Franco Bartolacci, el último miércoles en defensa de la educación pública y contra el veto del presidente de la Nación, Javier Milei, a la ley de financiamiento de las universidades públicas.

Este momento que vive la universidad le recuerda a la década del noventa cuando “querían avasallarla” como ahora, haciendo creer a la sociedad “algo que no pasa” porque fundamentalmente “no la conocen”. Sin embargo, está convencido que la Cámara de Diputados va a rechazar el veto. También, se siente preparado “para continuar con las actividades y la atención en salud a la población” pese a los recortes que incluso paralizó obras y resintió los recursos.

Masía es titular de la cátedra de residencia de grado Práctica Profesional Supervisada (PPS) en Odontología donde atienden a la comunidad y ha tenido un crecimiento de la demanda superior “al 50 por ciento” producto de la crisis. Después de la marcha de esta semana, el catedrático habló a solas con Rosario3.

 

Masía junto al rector Bartolacci.

–¿Qué lectura hace de la movilización del pasado miércoles y el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario?

-Fue una movilización rotunda y nuevamente se demostró lo que piensa la sociedad: la universidad de gestión pública es un bien para todos; incluso la marcha fue mayor a la del 23 abril. El veto del Presidente es una acción reflejo que no es buena porque no contribuye al dialogo. Si hubiera diálogo llegaríamos a un punto de acuerdo.

–Ahora la Cámara de Diputados de la Nación puede rechazar o dejar firme el veto presidencial, ¿qué le diría a los legisladores y en especial a los de Santa Fe?

–Hay que hacer un repaso de la historia de las universidades, fundamentalmente, la del Litoral que es la madre de otras universidades. La mayoría de los diputados han pasado y son graduados de la universidad pública, para entender que lo que pedimos es seguir teniendo esta universidad única en el mundo: gratuita y con ingreso irrestricto. En el mundo hay otras universidades públicas; pero con exámenes de ingreso donde te dicen qué estudiar y no lo que quieres estudiar, o en países linderos donde tienes que pagar mil dólares al mes durante el año y en enero abonar una matrícula. Nuestra universidad pública nos permite a todos llegar a ser profesionales y combinar con la vida misma. Yo fui taxista cuando estudiaba, y hoy esta universidad permite que un estudiante combine su tiempo con el trabajo porque la inmensa mayoría de los estudiantes trabaja para poder estudiar.

–¿Cómo cree que votarán los diputados del radicalismo y del PRO, más teniendo en cuenta la experiencia de la reforma jubilatoria?

–Espero que reflexionen. Me sorprendió lo que sucedió con los jubilados y lo vi con desagrado como la mayoría de la población. Espero que (los diputados radicales) honren al partido al que pertenecen que tiene que ver con una historia ligada incluso a la reforma universitaria.

Imagen de uno de los tantos carteles levantados en la marcha en apoyo a la universidad pública en Rosario (Alan Monzón)

El impacto del ajuste

–Si se ratifica el veto del Presidente a la ley, ¿de qué manera afectará al funcionamiento de las universidades en lo que resta del año?

–Creo que se va a lograr el rechazo al veto y que éste no prospere. Seguiremos haciendo todos los esfuerzos porque la intención es seguir con las puertas abiertas para que todos puedan estudiar y tendremos la mayor creatividad posible para garantizar las actividades y también los servicios a la comunidad. Vengo de la facultad de Odontología que es un hospital escuela donde se atiende a cientos de pacientes que esperan tener una respuesta en salud tan necesaria en estos momentos donde hay cada vez más gente sin obra social. Lo hacemos cubriendo los costos mínimos pero manteniendo la accesibilidad para aquellos que necesitan de atención.

–¿En qué magnitud aumentó la demanda de pacientes en los servicios de la facultad para la comunidad?

–La demanda es muy importante, es contundente la cantidad de paciente que colman los pasillos y la sala de guardia, encima con tratamientos dificultados por los costos. Hay un aumento de más del 50 por ciento de la demanda como mínimo.

–El ajuste presupuestario a las universidades también paralizó obras, incluso una en Odontología.

Tenemos paralizada la obra del edificio nuevo que tiene un 85 por ciento de concreción y está parado por la diferencia de valores que se van incrementando a medida que se demora la continuidad. No sólo atenta contra la formación de los futuros y los ya profesionales, también a la cobertura de los pacientes que se atienden en la facultad.

Masía en la facultad de Odontología de la que es docente.

La discusión que viene

–Hay voces cercanas al gobierno nacional que hablan de la necesidad de auditorías, rendición de fondos y control de los gastos en las universidades.

–Tenemos auditorías en la universidad. También hablan de los padrones de los alumnos. No hay que correr el eje de la discusión. Hoy la universidad paga becas, materiales de estudio, comedores y residencias estudiantiles porque hay un 50 por ciento de los alumnos que no son de Rosario y se les hace muy dificultoso pagar el transporte y su estadía en la ciudad. Mira, en Odontología pedimos que vengan a acreditarnos o auditarnos, tanto a nivel grado y posgrado, y la facultad pasó la acreditación y la re-acreditación, obtuvo mayor cantidad de años para su funcionamiento y aprobación, según lo dijeron los evaluadores nacionales e internacionales. Es muy importante tener una mirada real sobre lo que sucede en la universidad.

–Trascendió que hay una idea desde el Gobierno para arancelar los estudios a estudiantes extranjeros no residentes en el país. ¿Qué opina?

–Se viene debatiendo desde hace tiempo y tiene que ver una forma de vínculo de esos extranjeros con el país. Lo primero que debe haber es un proyecto para dar la discusión y cuan factible puede ser.

–¿Este momento que viven las universidades se parece a algún otro en la historia del país?

–Este momento es un reflejo de los años noventa cuando se intentaba  avasallar la universidad pública comparándola con universidades de otro tipo de gestión. Se nos quiere convencer sobre algo que no pasa. Que conozcan la universidad pública primero.

–Hubo actores de la comunidad universitaria que votaron a Milei, incluso sabiendo lo que opinaba sobre la universidad pública. ¿Cómo se entiende?

–El voto a Milei tiene varios factores y es cierto que votaron a un Presidente en particular. Pero estamos en una República donde hay división de poderes y es en las Cámaras donde se resuelven los presupuestos. Sepamos respetar las voluntades del Poder Legislativo, donde hay una propuesta respetuosa y factible. El paso del tiempo hizo que los que acompañaron a Milei hoy tienen la posibilidad de manifestarse diciendo públicamente que la universidad es patrimonio de la sociedad.