Un jet de combate ruso obligó este martes a bajar un avión no tripulado de las Fuerzas Aéreas estadounidenses sobre el Mar Negro. Lo hizo tras dañar la hélice de un adrone MQ-9 Reaper, según un funcionario estadounidense citado por CNN.
El incidente ocurrió cuando el avión no tripulado Reaper y dos jets SU-27 Flanker sobrevolaban aguas internacionales del Mar Negro. Una de las aeronaves rusas voló intencionadamente delante del drone y le arrojó combustible, según precisó el funcionario.
“Uno de los aviones dañó entonces la hélice del Reaper, que está montada en la parte trasera del avión no tripulado”, contó. Conforme a ello, según dijeron, los inconvenientes ocasionados en la hélice obligaron a Estados Unidos a bajar el Reaper en aguas internacionales del Mar Negro.
Tras el incidente, Estados Unidos anunció la convocatoria del embajador de Rusia. “Vamos a convocar al embajador ruso ante el Departamento de Estado”, dijo el portavoz del departamento de Estado, Ned Price.
El ejército ruso dijo que dos de sus cazas interceptaron el martes un drone estadounidense en el mar Negro, pero negaron haberlo alcanzado y provocado su caída, como afirma Washington.
“Tras una maniobra brutal, el dron MQ-9 inició un vuelo incontrolado, con pérdida de altitud y chocó contra la superficie del agua”, declaró el ministerio ruso de Defensa. Además, dijo que los dos cazas no habían disparado ni habían tenido “contacto” con el dron.