¡Argentina en la final del mundo! ¡Qué partido! No alcanzan las palabras para describir semejante alegría y para llenar de elogios a este equipo que emociona y tiene detrás a un país. Argentina volvió a jugar un partido inteligentísimo, brillante, superó claramente a su rival y se metió en la final de una Copa Mundial por sexta vez en su historia. 

Se dice siempre que en un Mundial tienen que jugar los que mejor estén. Es solo un mes de competencia y no se pueden dar ventajas. Ahí la gran visión de Scaloni: cuando arrancaba el mundial para Argentina, el 22 de noviembre, Julián Álvarez y Enzo Fernández no estaban entre los titulares.

Aquel inesperado traspié ante Arabia sirvió, porque el DT tomó nota y les empezó a dar más lugar a estos dos pibes que la venían rompiendo en Manchester City y Benfica respectivamente. Y los dos pibes respondieron con creces. Partido a partido se fueron afianzando a fuerza de goles y fútbol. Y hoy tuvieron una noche consagratoria: Enzo manejando los tiempos y filtrando un pase que pocos imaginaban para abrir el partido y Julián emulando la corrida del Matador Kempes (que estaba en la tribuna) en la mismísima final del mundo del 78 contra Holanda, corriendo más de 50 metros, llevándose todo por delante (con algo de suerte también, hay que reconocerlo) y definiendo a lo cráck. Antes le habían cometido el penal y después lo cerró anotando el tercero tras una enorme jugada de Lionel. Consagratorio. ¡Volvió el Matador!

 

Y qué decir de Tagliafico, que jugó un partido inolvidable en la izquierda. Y de Otamendi que fue otra vez una fiera atrás. Y de Leo obvio, siempre Leo… que aún disminuido por una fuerte contractura muscular, demostró lo enorme que es… gambetas, golazo de penal y jugadón infernal para el 3 a 0 justo el día en que se convirtió en el jugador con más presencias en la historia mundialista.

Para que Argentina festeje, para que el equipo siga creciendo y para firmar el mejor partido de la Scaloneta en el Mundial. Demasiadas emociones. Esperemos que hayan quedado algunas más para el domingo. La ilusión es enorme. ¡¡Vamos Argentina!! A seguir soñando…