En un rápido juicio abreviado que tramitó en la Justicia Federal de Salta, la suboficial de la Policía bonaerense Sofía Esther Chaparro fue condenada a 6 años y 6 meses de prisión por el transporte de 20 kilos de cocaína, una carga que quedó al descubierto por circunstancias espectaculares: la explosión de un tubo de GNC cargado con la droga en una estación de servicios de la localidad de Orán, cuyas imágenes recorrieron el país.   

La sentencia impuesta por el Tribunal Oral Federal N°1 de Salta, bajo la modalidad de juez unipersonal, por el delito de transporte de estupefacientes agravado por la intervención de un funcionario público, en calidad de coautora.

En la sentencia -dada a conocer el 27 de agosto pasado-, el juez Mario Marcelo Juárez Almaraz dispuso también el decomiso del Ford Focus utilizado para concretar la maniobra, de la que también está acusado de participar su pareja, Fabián Giménez, sobre quien se lleva adelante un proceso penal similar.

Fue la fiscal María del Carmen Núñez quien propuso resolver el caso mediante un acuerdo de juicio abreviado arribado con la defensa de la acusada.



El exponer el caso, Nuñez detalló que el 7 de febrero pasado, alrededor de las 23.30, la suboficial Chaparro, que revestía en la Policía Bonaerense pero es oriunda de la localidad salteña de Colonia Santa Rosa, circulaba en un vehículo Ford Focus junto a tres hijos menores de edad (9, 13 y 14 años) cuando ingresó a la estación de servicio Géminis Gas de la avenida Palacios y Nahuel Huapi, en Orán.

Tras bajar del auto con sus hijos, Chaparro le pidió al playero la carga de GNC por 1.500 pesos, tras lo cual se produjo una fuerte explosión en la parte trasera del vehículo a instantes de iniciar la recarga de gas. La secuencia quedó registrada por completo por las cámaras de seguridad de la estación de servicio.

Chaparro y un viaje a Bolivia con mercadería peligrosa.

El lugar fue invadido por una nube de polvo blanco que quedó suspendido en el aire y luego y en el piso, y varios paquetes rectangulares de los que luego se comprobó era cocaína, quedaron desperdigados.

En el acto, se dio la alerta al Servicio de Emergencia, siendo auxiliados los menores, de 9, 13 y 14 años, pues uno de ellos sufrió una lesión ocular, aunque de carácter leve.

Los investigadores determinaron que la mujer tenía el grado de sargento en la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

Sobre el motivo del viaje, dijo que lo hizo a fin de que sus hijos tuvieran contacto con el padre de los mismos, de quien se separó recientemente y residía en la ciudad de Colonia Santa Rosa, en el departamento salteño de Orán.

La cocaína tenía un peso de más de 20 kilos, iba oculta dentro del tubo de gas del Ford Focus, que, a su vez, presentaba una costura de soldadura precaria y vestigios de pintura fresca.

Por la dimensión del tanque de GNC, los peritos estimaron que, en su interior, se podían ocultar diez paquetes de droga. También se determinó que, a raíz de la explosión, el tubo se partió en dos: una parte que fue a parar a una calle colindante, y la otra quedó en la misma playa de abastecimiento.

Con el paso de los meses la Fiscalía solicitó resolver la causa mediante un acuerdo de juicio abreviado, el que fue homologado por el juez Juárez Almaraz tras escuchar la conformidad de la acusada y su defensa, tanto respecto a la condena, como así también al decomiso del rodado.