Más de 200 publicaciones y tapas de libros vinculados al nazismo y varias impresoras que reproducían los materiales para su difusión y venta fueron secuestradas durante dos allanamientos realizados en el partido bonaerense de San Isidro, cuyo dueño quedó detenido y a disposición de la justicia, informó este miércoles el jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), Juan Carlos Hernández.

“Estamos sorprendidos con la cantidad de material, es una verdadera imprenta de difusión y venta de simbología, libros y adoctrinamiento nazi”, afirmó en conferencia de prensa, y consignó que la investigación se inició en 2021 a raíz de una denuncia de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) que fue recibida por la Unidad de Investigaciones Terroristas de la PFA.

La causa se inició hace dos años tras una denuncia realizada en la Daia, que alertó al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°1 de San Isidro, a cargo de la jueza Sandra Arroyo Salgado.

Tras la investigación, la jueza ordenó dos allanamientos en Béccar y logró la detención de un hombre argentino de alrededor de 40 años, según precisaron fuentes policiales.

“Fue una gran operación de dos años de investigación a partir de la denuncia de las autoridades de la DAIA. Tenemos una mesa específica de conductas antidiscriminatorias, donde se hace ciberpatrullaje. La jueza Arroyo Salgado dio intervención a la unidad antiterrorista, que es la primera del país”, dijo el superintendente de Investigaciones Federales de la PFA, Carlos Ñamandú, quien se mostró “sorprendido” por la cantidad de material secuestrado.

“Lo que se descubrió se hizo con el trabajo de campo, escuchas telefónicas y testigos. Dimos con una imprenta paralela donde esta persona ofrecía, por distintas plataformas, este material”, aseguró Ñamandú.

 

Los detectives federales lograron el secuestro de diversos dispositivos electrónicos y de impresión relacionados a la causa, también de gran cantidad de material propagandístico del régimen nacional socialista nazi, libros listos para ser distribuidos con imágenes de cruces esvásticas, cruces de hierro, reichsadler (Águila Imperial del partido Nacional Socialista), símbolos de las SS (Schutzstaffel) y calaveras (totenkopf).

“Fueron dos domicilios allanados, uno donde tenía la imprenta, y otro que era su casa actual, donde dimos con libros terminados y otro material en proceso. Se lo encontró en plena etapa de producción cuando la Policía irrumpió en el domicilio”, afirmó el superintendente, y precisó que se encontraron varios ejemplares del libro “Mi lucha”, escrito por Adolf Hitler.

“En las plataformas figuraba como un vendedor gold, hay mucha gente que consume esto por eso es importante concientizar a las nuevas generaciones porque se trata de un delito federal, tanto para los que producen y difunden la propaganda nazi como para quienes compran”, indicó Ñamandú.

La mera exhibición de este tipo de simbología configura una infracción a la ley 23.592 toda vez que con ello justifica, reivindica y hasta venera las atrocidades cometidas por el régimen nacional socialista nazi contra la comunidad judía, en particular.