Los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu leyeron este martes el veredicto en el juicio oral por la llamada “causa Vialidad” que condenó a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos a Cristina Fernández de Kirchner.

Luego, la vicepresidenta habló por sus redes sociales y dijo que la sentencia obedece a “un Estado paralelo y la mafia judicial“.

Cristina Fernández añadió que cuando era presidenta no tenía “manejo de las leyes que son aprobadas” por el Poder Legislativo y marcó que “el presidente de la república tampoco administra el presupuesto”.

“Como me habrán escuchado durante los alegatos, probé absolutamente que, de acuerdo a la Constitución, yo no tengo el manejo de la leyes que son aprobadas por diputados y senadores. Dicen que el delito lo cometí a través de la sanción de leyes. Yo no legislo, para eso están los diputados y los senadores. Y el presidente tampoco administra ni ejecuta el presupuesto”, expresó la vicepresidenta. 

Además, aseveró que la condena a a 6 años en su contra ya “estaba escrita”.

“No es que fuéramos clarividentes, ni adivinos pero si una causa en la cual un juez, el inefable Ercolini, se había declarado incompetente luego de una denuncia de diputados de la oposición por obras en Santa Cruz y la enviara a la provincia, y luego, 8 años después, la resucita cuando llega el gobierno de Mauricio Macri, y las 51 o 49 obras que había mandado al sur, las trae de nuevo, aun habiendo sido sobreseídas, está claro que la idea era condenarme”, dijo la ex presidenta de la Nación.

“Esto no obedece a un lawfare ni a un partido judicial, esto es un Estado paralelo y mafia judicial“, dijo Cristina en su mensaje.

Y luego repasó las instancias de la filtración del viaje de ex funcionarios, magistrados y exagentes de inteligencia a Lago Escondido, y sobre el cual el presidente Alberto Fernández hizo referencia este lunes por cadena nacional.

Frente a los tribunales federales en Comodoro Py 2002, con la manifestación de organizaciones sociales, se desplegaron fuertes medidas de seguridad, doble vallado, sólo un acceso habilitado y dos centenares de policías destinados a la custodia.

También se destinó en el lugar a la Brigada de Explosivos y perros labradores recorrieron la sala de audiencias.