El Gobierno nacional salió a cuestionar en público el plan del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, para que la provincia de Buenos Aires, a pesar de sus serios problemas fiscales, se haga cargo de Aerolíneas Argentinas. Pero en privado, los asesores del Presidente, en diálogo con los especialistas del área, evalúan la viabilidad de la eventual medida. Esto implicaría que la compañía deje de generar un déficit para el Estado nacional, pero que en lugar de pasar a manos de un privado, se traspasara a la órbita de un estado provincial.

La motivación principal del Ejecutivo es reducir el gasto público, deshaciéndose de la deficitaria aerolínea de bandera y ahorrarle erogaciones –que consideran innecesarias– al Tesoro. Pero enfrentan el escollo, además de los consensos en el Congreso, de que no está claro si hay posibles compradores. Y si PBA se hiciera cargo, calculan, podrían “sacársela de encima” con mayor celeridad. “Si es por nosotros, se las tiramos por la cabeza”, dijeron cerca del primer mandatario, 24 horas después de que Kicillof ventilara su propuesta. 

En el círculo de Milei consideraron que podría ser “jurídicamente viable” y deslizaron que está previsto en la ley Bases que las sociedades del Estado puedan pasar a la órbita de las provincias. Aunque descartaron cualquier chance de que se traspase a manos de varios distritos a la vez, como deslizó Kicillof cuando dijo que había discutido el tema con “otros gobernadores”.

Mientras tanto, en la Secretaría de Transporte que maneja Franco Mogetta, uno de los funcionarios de vínculo más fluido con Santiago Caputo y Guillermo Francos, esperan instrucciones del Ejecutivo. Pero ya hubo consultas entre la cúpula del Gobierno y esa área específica. “Se va a hacer lo que decida el Presidente. Nos tomó por sorpresa, no están viendo el déficit que tiene AA”, sostuvieron.

En algunos despachos, no obstante, aseguran que la decisión de privatizar (y no traspasar) sigue firme. “Es lo que queremos y lo que vamos a apuntar a hacer”, dijeron. Por ahora reinan las especulaciones de ambos lados, mientras los gremios sector abrazaban la jugada del exministro de Economía de Cristina Kirchner. De hecho, algunos admitieron que participaron en charlas previas con Kicillof, de sondeo. “Realmente estamos muy contentos. Con Axel ya lo habíamos hablado”, dijo el jefe del sindicato del personal aeronáutico, Rubén Fernández. “Veníamos hablando con reserva, no se quería generar expectativa porque más allá del hecho económico, hay un hecho político muy fuerte, los tiempos los tenía que manejar él”, agregó.

 

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, salió a responderle a Kicillof por primera vez este mediodía, y adoptó una posición de rechazo a la jugada. “Es ridículo y no tiene sentido. Una provincia que tiene déficit y se endeuda, ¿va a asumir una empresa que tiene déficit, se endeuda y demanda fondos del Estado?”, dijo. Sin embargo, no cerró las puertas a que ocurra. Y en el primer piso de Gobierno confirmaron que están explorando los detalles técnicos del tema, que se impuso en la agenda ayer a instancias del gobernador de Buenos Aires.

Si bien el Gobierno está convencido de privatizar AA y tiene el apoyo del PRO, la búsqueda de consensos en la Cámara de Diputados se perfila complicada. No está claro que Encuentro Federal y las fuerzas provinciales respalden. Y el grueso de diputados y senadores de Unión por la Patria está fervientemente en contra.

Por estas dificultades, los tiempos del debate se prolongan desde hace meses. La novedad más reciente, en términos de debate legislativo, se conoció el miércoles pasado, cuando el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que Milei incluiría el proyecto para vender AA en el temario de las sesiones extraordinarias. Pero el decreto aún no está firmado, y en Balcarce 50 aseguran que tampoco avanzarían hoy, a pesar de que, según Adorni, iban a empezar a regir desde el 5 de diciembre.

Quedan sólo dos semanas para la fecha de cierre, el 27 de diciembre. Y el Gobierno prolonga la incertidumbre de sus propios diputados y senadores, y de las otras bancadas, que están a la espera de una definición tanto por Aerolíneas como por el resto de los temas.