El Gobierno elevó este viernes los niveles de alerta de seguridad nacional ante la escalada de violencia que se registra en Medio Oriente y la posibilidad de agresiones contra blancos de la comunidad judía o representantes del sistema financiero en la Argentina y otras instituciones que expresen valores occidentales. Especialmente aquellos vinculados a intereses norteamericanos e israelíes en Argentina.

La medida es llevada adelante por el ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, y se decidió con el objetivo de reforzar el control territorial y coordinar la actuación de todas las agencias de seguridad para prevenir cualquier incidente de carácter violento.

 

En este sentido, se ordenaron una serie de disposiciones a modo de precaución. Entre ellas, las autoridades pidieron a las provincias, en particular a las de países limítrofes, que refuercen la seguridad de objetivos de la comunidad judía. Además, solicitaron que se aseguren todos los corredores de instituciones escolares, deportivas y culturales judíos en Caba, teniendo en cuenta la llegada del Shabat.

La medida se dio a conocer horas después de que aviones de guerra israelíes llevaran a cabo una serie de ataques en los suburbios del sur de Beirut, según informaron los medios estatales libaneses. El blanco de la operación fue la sede central de Hezbollah, ubicada en el barrio de Dahiya. Israel investiga si el jefe del grupo, Hassan Nasrallah, estaba en el lugar, mientras que una fuente de la organización sostuvo que su líder “está bien”, de acuerdo a la agencia de noticias AFP.