Los medicamentos más recetados por Pami a los jubilados subieron 14,5% en octubre y el incremento acumulado en lo que va del año asciende a 651% en Rosario.
Los datos surgen del relevamiento que realiza el Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac) y confirman el impacto del rubro salud en la canasta de los adultos mayores.
El coordinador del Cesyac, Ignacio Pandullo, aseguró a Rosario3 que hacen un seguimiento de las drogas legales más demandadas por el sector pasivo y observan una “suba acumulada en 2024 que es del 651,79%, haciendo la aclaración que se debe a la inflación y a que muchos medicamentos que antes eran gratis ahora se pagan”.
Por ese doble factor, la disparada de los medicamentos impactó “fuertemente en el bolsillo de los jubilados”. El listado analizado incluye: losacor 50mg, artrodar x30, frevia, polper b12, crestor, acimed 20mg, bisoprol corbis 5mg y tafirol 1gr.
En cuanto a los medicamentos de la canasta familiar, en octubre tuvieron un aumento del 3,31% y en 2024 acumulan una suba del 122,44%. Se tata de los blister de aspirina 650mg, ibuprofeno 400mg y 600mg, propinox clorhidrato 10mg y bromazepam 3mg.
La multiplicación por más de seis veces de los valores cimentan la polémica que se dio esta semana por la desregulación o no de la importación de genéricos, como una medida posible para frenar la escalada.
“A ver Milei, ya que sos tan guapo, desregulá los medicamentos, que podamos tener medicamentos genéricos importados para reducir el costo de los presupuestos sanitarios. A ver si te animás”, dijo Cristina Fernández de Kirchner en Rosario.
Desde el gobierno nacional, contestó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. “Me alegro mucho que finalmente vea la necesidad de desregular el mercado de medicamentos, aunque lamento que no lo haya hecho ni durante los 8 años que ejerció la presidencia ni los 4 en los que fue presidenta del Senado”, respondió el economista.
Pero la titular del Partido Justicialista no hizo ese planteo como una medida política que ella considere auspiciosa por sí misma. Fue, en todo caso, un desafío a un gobierno que se dice liberal y desregulador. A esa lógica apeló Cristina para que el gobierno se “anime” a perjudicar a los laboratorios, un sector poderoso de la economía.
Con respecto a la medida de fondo, el sitio Chequeado analizó la normativa vigente y la posibilidad de que ingresen al país medicamentos más baratos fabricados en el exterior.
Según dijo Nicolás Kreplak, ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en una entrevista en Radio con Vos: “Existen mercados como la India, China y Pakistán, que venden medicamentos ocho o nueve veces más baratos y que están aprobados por países de alta vigilancia como Estados Unidos, Inglaterra o Alemania”.
“Acá no ingresan por condiciones de funcionamiento de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)”, sostuvo Kreplak.
La norma que regula la importación de medicamentos es el decreto 150/92. Establece requisitos para importaciones provenientes de dos grupos de países distintos. Los del Anexo I son Estados Unidos, Japón, Suecia, Suiza, Israel, Canadá, Austria, Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, España e Italia. Ingresan de manera automática, solo registrando el producto en la Anmat.
En cambio, para los del Anexo II (Australia, México, Brasil, Cuba, Chile, Finlandia, Hungría, Irlanda, China, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, India), la autorización depende de la presentación de información específica del producto, un certificado de la autoridad sanitaria de origen en línea con los requisitos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y deben haber sido fabricados en plantas industriales que hayan sido certificadas por los países del Anexo I o por la propia ANMAT.
Adolfo Rubinstein, ex ministro de Salud en la presidencia de Mauricio Macri y director del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria, explicó: “Como no son países reconocidos en cuanto a la seguridad y eficacia, entonces la Anmat tiene que ir a verificar la calidad de la manufactura, evaluando la planta fabril donde se produce ese medicamento”.
Según Sturzenegger, las provincias pueden importar de forma directa los medicamentos. El 4 de octubre último la ANMAT emitió un comunicado en el que señaló que “los gobiernos provinciales, tal como establece la Constitución Nacional, no requieren autorización de la ANMAT ni del Ministerio de Salud de la Nación para importar”.
Pero para que el medicamento ingresa al país por la Aduana necesita de una validación de la Anmat; eso no lo puede hacer un ministro provincial. Kreplak advirtió sobre eso: “Las provincias no tenemos una agencia como la ANMAT, que tiene acuerdos de cooperación con agencias de regulación internacionales como la FDA (Estados Unidos) o la EMA (Europa), para poder compartir esta información”.
“Si un laboratorio de la India –siguió– tiene todos sus papeles aprobados por la FDA, desde la Provincia de Buenos Aires no me puedo enterar cómo se hizo la evaluación, no puedo ver esas carpetas para ver si efectivamente esa medicación es segura”.
Y agregó: ”Ningún médico, ningún ministro de Salud va a incorporar medicamentos a nuestro país sin la certeza absoluta de que son de calidad y seguros”.