El proyecto Triple-nanoAUV 2 está construyendo naves que podrían derretir el hielo y luego liberar pequeños submarinos para explorar la oscuridad en profundidades desconocidas en el Polo Sur o en lunas heladas de Júpiter o Saturno.
Según publicó la revista especializada Space, los océanos subterráneos de Europa, la luna de Júpiter y Encélado, el satélite de Saturno, son quizás los lugares más tentadores del sistema solar en la búsqueda de vida extraterrestre. Pero estos cuerpos de agua siguen fuera del alcance a cientos de millones de kilómetros de distancia y debajo de gruesas costras heladas, es por eso que explorar lugares “casi” similares en la Tierra, puede aportar datos a la investigación.
En este marco el proyecto tiene como objetivo romper algunas de las barreras tecnológicas y físicas en el camino de la futura exploración de lunas heladas y sus aguas, utilizando la Antártida como campo de pruebas.
Los nano-AUV serán muy pequeños lo que les permitirá estar contenidos en una sonda de derretimiento de hielo. Estos estarán respaldados por un Sistema de Lanzamiento y Recuperación (LRS), que actuará como una estación de acoplamiento submarina para los AUV, permitiéndoles transmitir los datos recopilados y cargar sus baterías.
El proyecto está coordinado por el Centro de Ciencias Ambientales Marinas, conocido como MARUM, de la Universidad de Bremen en Alemania. La coordinación general de la línea de proyectos Triple, que incluye Triple-GNC y Triple-LifeDetect, la lleva a cabo la Agencia Espacial Alemana en el DLR en el marco de sus iniciativas Explorer.
Los aspectos Triple se combinarán y probarán conjuntamente en una prueba de campo bajo la plataforma de hielo antártica cerca de la estación Neumayer III en la primavera de 2026. Las pruebas en sí serán apasionantes, ya que se cree que existen ecosistemas desconocidos en los lagos subglaciales bajo el hielo continental de la Antártida.
Acceder a estos cuerpos de agua, que están cubiertos por hasta 4.000 metros de hielo, es un gran desafío, pero también constituye un excelente campo de pruebas para la tecnología en futuras misiones de búsqueda de vida a lunas heladas. “Estos nanovehículos pueden contribuir a una mejor comprensión general de los ecosistemas marinos”, afirma en un comunicado el líder del proyecto, Ralf Bachmayer, de MARUM .
“El nuevo sistema autónomo es único y debería permitir en el futuro estudiar el océano global de agua líquida debajo de las superficies heladas de Europa, la luna de Júpiter, y Encelado, la luna de Saturno. La miniaturización es el principal desafío en su desarrollo, ya que la sonda “Esto determina el tamaño total. Además, todos los componentes deben poder soportar la alta presión bajo el agua”, agregó.
Explorar Europa o Encelado planteará una serie de graves desafíos. Estos provienen de la lejanía de los destinos, las temperaturas extremas, la radiación y otras condiciones ambientales, las comunicaciones, las fuentes de energía, la comunicación con la Tierra y el gran desconocido de las propias lunas. Triple, sin embargo, será un comienzo. “El objetivo es adquirir conocimientos en el marco de las iniciativas DLR Explorer que puedan utilizarse en una posible misión espacial internacional”, explicó el destacado ingeniero Sebastian Meckel.
“Las primeras pruebas de campo desplegarán la sonda de fusión con el nanoAUV integrado como carga útil en hielo con un espesor de 100 metros. Además, el nanoAUV está subactivado en comparación con vehículos autónomos más grandes, lo que significa que tiene una maniobrabilidad limitada. Esto requiere una confiabilidad extremadamente alta y una estrecha coordinación entre los asociados de Triple-GNC y Triple-LifeDetect”.
Actualmente, la Nasa se está preparando para enviar su orbitador Europa Clipper al sistema Júpiter, cuyo lanzamiento está previsto para octubre de 2024. La misión proporcionará un impulso inestimable a nuestra comprensión de este mundo helado, pero las misiones futuras, que posiblemente incluyan sistemas como los AUV, también ser necesario para adentrarse en los misterios más profundos.